Desde hace un par de décadas el mundo viene en un proceso de migración de los modelos de transporte que funcionan a base de combustibles fósiles a unos basados en movilidad eléctrica. Sin duda alguna el desarrollo y la masificación de los vehículos eléctricos es una de las grandes apuestas que tienen actualmente la industria y los líderes mundiales; que ven en el desarrollo de la movilidad eléctrica una fuente de transporte limpia que no afecta el medio ambiente, además de ser más económica y sostenible a futuro.
Cuando nos referimos a la movilidad eléctrica, pensamos inmediatamente en una serie de beneficios integrales que conlleva su uso para la humanidad, desde el ámbito más cercano, como el cambiar nuestro medio de transporte por uno que funcione con energía eléctrica, hasta fomentar la construcción de sistemas públicos de movilidad eléctrica que reemplacen buses, camiones y demás vehículos que hoy usan combustibles fósiles altamente contaminantes. Precisamente, en esa unión de fuerzas que van desde lo particular hasta lo colectivo se podrán ver reflejados los beneficios sociales que tiene la movilidad eléctrica.
Los vehículos eléctricos son más económicos que los convencionales debido a múltiples factores que apuntan a su capacidad de ser sostenibles en el tiempo sin tener que usar demasiados recursos energéticos. Pensemos en un automotor que funciona usando combustibles fósiles y tiene un sistema convencional de propulsión; su funcionamiento se basa en la conversión de energía química a cinética gracias a las explosiones generadas por la combustión del combustible que constantemente están expulsando al ambiente gases contaminantes que son los responsables de, entre otras cosas, elevar la temperatura de las ciudades y reducir la calidad al aire que respiramos.
Por el contrario, los vehículos usados para movilidad eléctrica no dependen del uso constante de combustibles fósiles que se agotan rápidamente, sino que garantizan su funcionamiento gracias a un sistema eléctrico de baterías, que son recargables y no emanan ningún tipo de residuos a la atmósfera. Este es uno de los factores determinantes para que la movilidad eléctrica sea un modelo de transporte más estable, pues no depende de las alzas intempestivas en los precios del petróleo o de su disponibilidad, sino que puede abastecerse desde la red de eléctrica de cada región, ya sea que se utilice con fines industriales o particulares.
Una muestra clara es el cambio que tuvieron los sistemas ferroviarios a nivel mundial, que pasaron de las locomotoras a vapor que utilizaban carbón a la movilidad eléctrica mediante el suministro de energía. La posibilidad de cobertura que brinda la red eléctrica es determinante en este cambio que contribuyó a una mayor confiabilidad en los procesos de desplazamiento de pasajeros o carga, ya que no depende de recursos finitos como el carbón, sino de uno renovable como la electricidad. Además, cabe mencionar los grandes beneficios que trajo al medio ambiente la eliminación de esos gases residuales que se generaban luego de la combustión del material fósil.
Si pensamos en la posibilidad de realizar una variación del modelo de transporte en el que la movilidad eléctrica sea la protagonista estaríamos pensando en un planeta en el que cada auto, moto, camión o bus sea movido mediante fuentes limpias que no afecten la calidad del aire y que no generen enfermedades. Asimismo, podrá mejorar la economía individual de las personas, que ya no tendrán que pagar precios elevados por un elemento que escaseará a futuro, sino que podrá acceder a centros de recarga de energía, que incluso pueden estar ubicados en espacios privados como casas o empresas.
Cabe mencionar que este viraje hacia medios de transporte basados en movilidad eléctrica, también desincentivaría el uso excesivo de agua en la fabricación de aceites sintéticos para motores y/o la contaminación de fuentes hídricas para la extracción subterránea de combustibles fósiles.
El papel de las empresas y de la industria para el logro este objetivo de transformación es fundamental, debido a están llamadas a crear modelos accesibles para la adopción es la movilidad eléctrica y transformar sus procesos logísticos que utilizan diferentes medios como aviones, barcos, montacargas o camiones, que sin duda podrían ser más rentables y amigables con el medioambiente si son operados con energía eléctrica.
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